No tengo bosques verdes maravillosos cerca, ni cabañas donde encender la chimenea y salir a buscar lo que me dé la naturaleza, es lo que más me gustaría, pero la dificultad de estos tiempos que vivimos no me permite viajar en busca de ello.
Pero tengo muy cerca algo que muchas personas ansían cada verano y que a veces, por tenerlo tan cerca, no valoramos demasiado.
Mientras aprovecho ésta cercanía con el mar,
Pasear lentamente por la orilla, sin imitar a esos que parecen querer quemar todas las calorías del año en una mañana.
Sin agobios, mirando a los lejos como otros se adentran en el mar, no los envidio, le tengo un tremendo respeto al mar y soy algo "miedica".
Miro como la energía de los jóvenes, les permite imitar a sus ídolos de La Roja bajo un calor espantoso, Hay muchos que patean el balón descalzos, éstos deben ser un poco más listos y se calzan adecuadamente.
El verano se pasa mejor si se toma con un poco de relax, al menos unos días o unos ratos, que son los que nos podemos permitir la mayoría.
Y para comer nos gusta hacerlo en casa y así de sencillo, comidas que incluyan las verduras de temporada, fruta del tiempo y mucho optimismo, que nos hace mucha falta.
La receta: Sopa de tomate.
1 kilo de tomates muy rojos
1 cebolla grande
1 pimiento verde de asar
2 ó 3 dientes de ajos
aceite de oliva (suficiente para cubrir la cazuela)
un chorro de vino blanco
pan del día anterior (o del anterior)*
espárragos verdes
taquitos de jamón serrano
sal y pimienta
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Tan sencillo como esto:
En una sartén con tapa y cazuela se pone el aceite a calentar, se sofríen la cebolla picada, el pimiento picado y los ajos. Cuando esté pochado se añade el tomate triturado previamente o muy cortado (este proceso lo hago con el robot y no deja nada de piel)
Dejamos que se sofría un poco y añado la sal, pimienta y el vino, dejo cocer.
Mientras voy cortando el pan de esta forma, como si fuera para sopa. Nada como el pan casero para este receta.
Añado el pan y un vaso de agua, con una cuchara de palo se va machacando el pan para integrar completamente con las verduras y se va añadiendo el agua que pida sopa.
En este punto algunos pueden decir que ¿cómo pide el agua la sopa? sencillo, debe quedar absorbida el agua por el pan, tierno el pan y ni seco ni aguado.
Para servir en la mesa yo pongo los espárragos y el jamón pero hay quien le pone chorizo, eso va en gustos.
¡Que la disfrutéis!