En la mayoría de las familias suelen ser famosas las recetas
de croquetas de las abuelas, en mi casa
no íbamos a ser menos. Mi madre hace unas croquetas tan ricas que hijos y
nietos hemos pedido que no falten en la comida de Nochebuena, y tanto unos como
otros, atacamos a la fuente de croquetas, las de jamón, las de bacalao, las de
pollo… ¡las que sean! Todas le salen buenísimas.
Por eso dejé de hacerlas en casa, era imposible que tuvieran
aceptación y que al comerlas no evocaran a las de la abuela. Pero mi hija me pidió
las que hiciera para el blog, me contaba que sus compañeros de estudios o
amigos venían al blog a buscar croquetas y no había, pues nada, ya por fin hay
croquetas, pero no cualquieras.
Llamé a mi madre y me dictó la forma de hacerlas,
reconociendo que todo el mundo se las pide y que a veces ha hecho más de cien
que después reparte entre unos y otros. Yo estoy muy lejos para ir a por
croquetas y esta vez por fin me han salido igual. ¡Qué bien!
Cómo hacerlas:
Usar carne de pollo, o pavo de sobras de puchero o caldo, la
cantidad de carne es aproximada, pero más o menos unos 300 g. En una cacerola
baja, se ponen un par de cucharadas de aceite de oliva a calentar, se sofríen
media cebolla muy picada y un diente de ajo picado. Cuando están pochaditos, se
echan tres o cuatro cucharadas rasas de harina y se tuestan en el aceite, removiendo,
si no se hace esto la harina quedaría cruda y el sabor es muy diferente.
Se echan a la cacerola primero la carne picada, sal, nuez
moscada y un poco de pimienta y, en partes iguales, leche y caldo de pollo o lo
que llamamos también, caldo de puchero. La cantidad de líquido la va marcar la
textura de la masa, debe ir quedándose despegada de la cacerola a medida que lo
removemos. Dejar enfriar en un plato.
Cuando esté fría se lían las croquetas. Sé que hay
maquinitas en la que se mente la masa y salen como churros, pero a nosotros nos
gusta el método de la cuchara, en la foto veis cómo es, dos cucharas e ir dando
forma con ellas.
Pasamos por huevo batido y pan rallado y freír en abundante
aceite de oliva.
Nota: si la masa os queda grumosa, se le puede meter la
batidora.
Las croquetas de pollo son siempre un éxito.
ResponderEliminarLas tuyas tienen una pinta magnífica.
Un besín
Es verdad, no conozco a nadie que no le gusten!
EliminarComo las hace mi madre, que ricas...
ResponderEliminarEstas madres!
EliminarBuenísimas!! me comía unas cuantas ahora con lo que me chiflan las croquetas caseras de pollo :D
ResponderEliminarun besote!
Me alegro que te gusten Sonia.
EliminarQue buenas croquetas caseras!!! las de toda la vida, dan mucho trabajo pero merecen la pena,
ResponderEliminaren casa no faltan nunca.
Un besito.
Sí dan trabajo, pero cunden, a mi las comidas de aprovechamiento me encantan, besos guapa.
Eliminarme encantan
ResponderEliminarMe alegro!
EliminarMuy muy ricas .
ResponderEliminarLas croquetas es una de las cosas que me gustan de verdad.
Mi mujer las suele hacer de huevo...tambien lo hacia mi suegra .
Huevo duro cortadito a trocitos muy muy pequeños, como rallado...están muy ricas.
Estas tienen una pinta ...
Mándame una por correo¡¡
Un placer pasar por aqui .
Desde Barcelona , mi saludo.
Joaki muy ricas que tienen que estar, las probaré así otra vez, gracias por pasar por aquí, saludos!
Eliminarjejeje hemos coincidido con la entrada, yo también he puesto unas croquetas de cocido! y es que están riquísimas y es una manera de aprovechar restos, yo tampoco hacia porque las de mi madre eran insuperables pero como tengo un nene pequeño tenia que aprovechar al máximo la carne que me sobraba de sus papillas, y al final he conseguido que me salgan parecidas a las de mi mami ¡quien la sigue la consigue! besos
ResponderEliminarPues voy a ver tus croquetas ahora mismo, besos Maria.
EliminarSe ve tan lindo y delicioso que quiero probar me encantan cuando son caseras,abrazos y abrazos
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