Decorando con Calabazas

Ya fin de semana de nuevo y con lluvia, lo cual lo hace perfecto para estar en casa y hacer algunos cambios.
Mover algún mueble, redecorar o realizar DIY que tengamos  pendientes.
Como el nombre de este blog indica, no sólo vamos a comer, sino que voy a incluir  nuevas etiquetas que nos harán disfrutar.
Una de mis aficiones es la decoración y para llenar más nuestras casas de ese ambiente otoñal, os propongo decorar con algo que se identifica claramente con esta época, las calabazas.
¿Os animáis?

Poniendo calabazas como centros de mesa. Aquí.

Las velas siempre ayudan a dar un ambiente acogedor, aquí

Una  DIY, fácil de hacer con pintura plata, Aquí.

¿Y si tenemos celebración con  buffet? Aquí

Y mi favorita si fuera algo manitas con el ganchillo, pero sé de más de una que lo haría en un rato, habilidosas que son mis amigas. Aquí

¡Feliz y provechoso fin de semana!

Angel Food Algodón de Azúcar

No he horneado mucho dulce o más bien poco este verano, más valientes han sido mis hijas que saben como agradar a sus amigos cuando quedan en alguna ocasión, y lo de llevar bizcochos es además de socorrido, muy agradecido por todos.

Pero yo  he preferido no pasar tanto calor y en pocas ocasiones he llevado el dulce casero, ya que tengo frente a mi casa una pastelería artesana que hace unas magnificas pastas de té.
Una de las excepciones fue ésta, un angel food igual de fácil que todos, pero con una nota de sabor que recuerda al algodón de azúcar y que puede transportarte a la niñez...eso si dejaste de comerlo entonces, como es mi caso.

La receta:
Ingredientes:
12 claras
150g de harina de repostería
1/2 ct de sal
200 g de azúcar (mitad si usas fructosa, 20 g si usas sucaflore)
1 ct de cremor tartaro
unas cuantas gotas de aroma de algodón de azúcar
un poco de colorante rojo en gel

Preparación aquí. 
Cambiar el aroma de vainilla por el de algodón de azúcar, aunque las cantidades de harina y claras cambian, el proceso de preparación es el mismo
Imprescindible el molde angel food

*Si no dispones del molde, puedes probar ha hacer lo mismo en un molde de rosca, no te aseguro que suba igual, pero a fin de cuentas tendrás una merienda casera y con muy pocas calorías.
*Os recuerdo/aviso, que este pastel hay que cortarlo con cuchillo de sierra.

Muslos Asados a la Miel

No voy a comenzar con cosas dulces todavía, pues esta receta llevaba tiempo esperando ser publicada. Suelo hacer los muslos de esta forma y hace unos meses lo probó nuestra querida Lauren H., una norteamericana valiente y llena de fe que ha recorrido "medio mundo" este verano, y  que se nos vuelve  a su país. Nos deja un poco tristes pues la distancia no nos hará posible verla a menudo, pero esperamos que eso no sea así  por mucho tiempo.

Como le gusta tanto el pollo de esta forma, lo publico para que no se le olvide cómo se hace y lo coma siempre que quiera.
Necesitas:
Muslos de pollo, con piel.(uno por persona)
romero, tomillo, pimienta negra molida
aceite de oliva (dos cucharadas por muslo)
zumo de un  limón
una cucharada de miel por muslo
sal

En una fuente apta  para horno, se ponen los muslos, con una brocha se extiende el aceite sobre ellos y se añaden las hierbas secas, salpimentar.
Se comienza horneando a 240º unos 15 minutos, pasado el tiempo se abre el horno y se les da la vuelta, entonces añado el limón. Sigo horneando otros 15 minutos, cuando están dorados se añade la miel extendida por los muslos y se programa un par de minutos más.
*Aunque se hace con piel, nunca comemos la piel, no es nada saludable pero lo mantiene jugoso al hornear.

Carta de Despedida

Querido verano:
No esperaba nada de ti esta vez, de hecho ni siquiera me apetecía verte. Pero por una vez has conseguido cautivarme, has logrado lo imposible, que las noches calurosas que siempre te acompañan, me hayan servido para mantenerme despierta para la lectura y la reflexión.
Ya ves que esta vez no he querido despedirte, pero viene empujando el que te da el relevo (sinceramente estás ganando tú y casi ni se te nota la lejanía), pero así son las cosas, unos vienen  y otros van.
Como la misma vida.
 Lo mejor es que tu paso de este año ha ayudado a borrar los malos ratos y los sinsabores, has permitido que con el sosiego y la paz que se disfruta en el mar, junto al cariño de los verdaderos amigos, se  hayan esfumado  todas esas cosas indeseables que el invierno dejó.
Y es que sin esperar nada de ti, me has dado mucho, sí,  mucho más de lo que aquí se puede decir, abrir los ojos y ver con claridad -y es pura metáfora- ya vale lo suficiente como para soportar tu "ardiente" estancia y mantener el recuerdo del que puedo nombrar como mi maravilloso verano.
Hasta pronto.