Sopa de ajo castellana

Como os había comentado, tengo intención de publicar recetas sencillas y esta es una de ellas.

Creo que son pocas las personas a las que no le guste una sopa, de esas que gusta comer cuando hace mucho frío y apetece ese calor de hogar que nos hace sentirnos felices por un rato ¿verdad?

Las sopas nos traen recuerdos de muchos tipos, la niñez, personas queridas o sitios que hemos visitado y comido algo así.

Pues a mí me ha pasado esto esta vez con la sopa castellana que os traigo.

Me recordará cada vez que la coma, a mi visita a Salamanca, hace un par de meses, y a ese frío tan bueno que aquí tenemos muy pocos días, me recordará a su gente, tan amable, tan correcta.

A todo ese patrimonio y riqueza cultural que posee la cuidad. A mis amigos que quisieron pasar conmigo mi cumpleaños allí y a mi marido que quiso regalarme un fin de semana para recordar.

Por eso las sopas castellanas que comimos (entre muchas más cosas) y cada risa que nos echamos por todo (así somos los cuatro) quedan en mi memoria, como parte de esas cosas que ya relacionas con una receta.

Hacerla no te costa nada, ya verás, te explico un breve paso a paso.

Necesitarás para dos personas:

2 dientes de ajo

2 huevos

150 g de rebanada de pan cortadas finas, si es del día anterior mejor

100 de tacos de jamón ibérico

3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

1 cucharada de pimentón

800 g de caldo de pollo

Sal al gusto

En una cacerola, o sartén, se sofríen los ajos, y cuando estén dorados ponemos el jamón y el pan. Dejarlo dorar un poco y añadir el caldo y cocer durante unos 5 minutos.

Después se ponen los huevos a cuajar, que los puedes hacer de dos formas, en la misma cacerola en el fuego o en el horno, yo los meto en el horno en el mismo cacharro que es apto para él, lo dejo unos 5 minutos más con el horno previamente precaliente a 200º

Puedes servirla en un cuenco de barro.

Espero que te guste y que me cuentes, a disfrutarla.