Cuando veo algunos termómetros de algunas zonas de nuestro país, me da una envidia que no debe ser buena, esos veinti...pocos grados, incluso cuando casi llegan a los 30º, yo me cambiaría sin pensarlo.
Las personas que tienen que soportar estos calores durante tanto tiempo, creo que no tienen ni idea de lo que es trabajar a 40º y sin aire, que de esos hay muchos gremios, y que no les queda otra opción, por eso me sorprende que haya gente todavía que desde su cómodo verano, juzgue lo que pasa por aquí abajo a 45º o más. Pero bueno, eso puede dar para una charla más seria y en otro contexto.
Seguro que voy a hacer más versiones, puedes cambiar el tipo de mermelada a tú gusto y ya tienes otra versión, yo me decidí por la mermelada de albaricoque, que es la favorita de mi marido, y usé la marca de la vieja fabrica, sin azúcar, que es la que uso siempre.
Es tan fácil como tener una batidora para montar la nata, si no tienes heladera, no te preocupes porque no cristaliza nada, y ante la duda, lo único que puedes hacer es meter el helado en el congelador, y sacarlos cada media hora unas tres veces y volver a batirlo, así te aseguras la cremosidad.
El azúcar de abedul es fácil conseguirlo, en herbolarios, grandes superficies, o tiendas especializadas, también lo encontraras por "xilitol"
Yo lo compro en hipercor.
Ingredientes:
500 ml de nata para montar 35% Mg como mínimo (crema de leche)
1 bote de mermelada de albaricoque sin azúcar, la vieja fabrica.
2 cucharadas colmadas de azúcar de abedul
Preparación:
Montar la nata con el azúcar de abedul.
Con una espátula ir incorporando poco a poco la mermelada.
Si tienes heladera, lo puedes mantecar una media hora, si no la tienes, sigue las indicaciones que te he dicho antes.
Este helado es sorprendentemente exquisito, por lo que te invito a probarlo y que lo disfrutes.